top of page
  • Foto del escritorJulia Pino

La danza y la comunicación política: la escenificación del poder

Actualizado: 9 nov 2020


En el campo de la comunicación, la política se sirve de los principios básicos las bellas artes, en concreto, los que comprenden la potenciación del lenguaje no verbal aplicables al ámbito del teatro y de la danza. Así lo advierte el asesor de comunicación y consultor político, Antoni Gutiérrez-Rubí, quien pone en relevancia la llamada "escenificación del poder".

Como manifiesta César Toledo, la comunicación no verbal, la gestualidad y la expresión corporal inciden directamente en la percepción del político o del líder institucional. Según él, la clave del éxito de la comunicación política recae sobre el aspecto y la conducta. En su punto exacto, ambas son capaces de transmitir autenticidad y confiabilidad.


En estos términos, se hace imprescindible que el emisor del mensaje político tenga en cuenta cuatro factores que, como hemos dicho antes, tienen un estrecho vínculo con el teatro y la danza. Del teatro: las cualidades no verbales de la voz, tales como la tonalidad, el uso de los silencios o la vocalización. De la danza: la utilización del espacio, el movimiento corporal (el ritmo, la cualidad y calidad) y la expresión facial.


Todos estos principios se calibran desde una gestión eficaz de las emociones, que bien puede ser trabajada desde la corporalidad. “Sin emociones no es posible la empatía”, admite Toledo; lo que nos lleva a reflexionar sobre la identificación del individuo con los colectivos sociales en términos ideológicos. Y, es que, sin la empatía no seríamos seres sociales ni podríamos identificarnos dentro de un grupo político cuyos valores sean compartidos.


El arte produce subjetividades

Los conceptos de empatía e identificación parten de la subjetividad del individuo. Por lo que, podemos concluir que, en este caso, tanto la política como el arte tienen la capacidad de producir subjetividades. Este fenómeno fue estudiado por la politóloga, Chantal Mouffe, quien sostuvo que el arte proporcionaba la capacidad de formular realidades y nuevos modos de percepción, a partir de la generación de interpelaciones afectivas, necesarias para los procesos de identificación (Capasso, 2005).


En conclusión, la danza proporciona principios básicos a la política para generar emociones a través del uso de la expresión corporal y manejo del espacio. Las emociones son necesarias para producir empatía, un principio fundamental para que el público pueda identificarse con valores e ideologías, ¿y qué busca cualquier grupo político? Ganar adeptos.




39 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page