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  • Foto del escritorJulia Pino

Iratxe de Arantzibia: "El amor por la danza es lo que hace que no tire la toalla" (3ª parte)

Actualizado: 9 nov 2020


Pregunta: ¿Qué dificultades encuentras a la hora de desarrollar tu trabajo?


Respuesta: La primera dificultad es la precariedad del sector. Sin unas mínimas condiciones laborales, es muy difícil mantener la continuidad de este trabajo. Trabajar como periodista de danza de forma freelance en España es una verdadera heroicidad.


Éste es un trabajo meramente vocacional, que te aporta grandes momentos, pero por los que sacrificas mucho en cuanto a estabilidad profesional y al posible desarrollo de tu vida en otros ámbitos. Mi prioridad mensual es conseguir suficientes clientes y trabajo, con los que poder afrontar mis facturas cotidianas.


Por otra parte, echo mucho de menos la existencia de una revista especializada en danza en España, que posea una visión amplia en cuanto a sus estilos, las temáticas y los personajes que aborda, al estilo de otras publicaciones similares en el ámbito europeo e internacional.


"Los periodistas adolecemos del suficiente corporativismo como para defendernos como profesión de las pésimas y precarias condiciones contractuales"

Con la llegada de la crisis, la inserción de publicidad se vio directamente amenazada, además del encarecimiento de la impresión, lo que en la mayoría de los casos derivó en su completa desaparición o en su adaptación al formato digital. A día de hoy, la única revista especializada en danza que se edita en papel en España es “Susy Q”, cuya periodicidad ha ido variando y actualmente, su editor está potenciando los contenidos digitales.


En cuanto a la prensa generalista y trabajando de forma freelance, resulta complejo conseguir un espacio para la danza en la sección de Cultura, lo que hace que te sientas en muchas ocasiones como un mercader al que le están regateando unos caracteres. Queda mucho camino por hacer para poner en valor la profesión de periodista de danza. Además, los periodistas adolecemos del suficiente corporativismo como para defendernos como profesión de las pésimas y precarias condiciones contractuales.


P: A lo largo de toda tu trayectoria profesional, ¿con qué momento te quedas?


R: El amor y la pasión que tengo por la danza es lo que hace que no tire la toalla y continúe mi trayectoria como periodista de danza. Sería injusto que solamente resaltara un momento de una carrera de 27 años, porque son muchas las vivencias extraordinarias que he vivido gracias a esta profesión. Voy a destacar cinco momentos:

  • La Gala del 25 Aniversario del Estudio de Danza ‘Thalia’. Primera gran gala de la que fui responsable de comunicación y con gran eco mediático. Emociones a flor de piel, porque todo lo que rodeó a la gala parecía bendecido por las estrellas. Figuras como Lucía Lacarra, Urtzi Aranburu, Jone San Martín, Iker Murillo, Jon Vallejo y Ion Agirretxe, entre otros.

  • XXIV Premios Benois de la Danza. Difícil experiencia laboral la vivida en Rusia, pero impresionante cubrir la ceremonia de entrega de los ‘óscar del ballet’, en la que la donostiarra Alicia Amatriain fue distinguida como la mejor bailarina. Además fue muy especial tener la oportunidad de entrar en un templo del ballet como el Teatro Bolshoi.

  • 2ª Gala ‘Los vascos y la danza’. Emocionante tener la primera oportunidad de trabajar como responsable de comunicación en la tierra de mi familia materna en una gran gala con figuras como Igor Yebra, Alicia Amatriain, Iker Murillo e Itziar Mendizabal.

  • XXV Premios Príncipe de Asturias. Tras haber dirigido la campaña y la comunicación de una candidatura conjunta de bailarines españoles un año antes, fue muy emocionante cubrir la entrega del primer y único premio de las Artes que la Fundación Príncipe de Asturias ha concedido a la danza, hasta la fecha. Premiadas: la Prima Ballerina Assoluta Maya Plisetskaya y la primera bailarina Tamara Rojo.

  • Despedida de Ángel Corella del American Ballet Theatre. Los veinte minutos de aplausos a Ángel Corella, con el público del Met en pie, después de su interpretación de “El lago de los cisnes”, es una experiencia única que se queda grabada en tu mente y en tu corazón, y que tuve el privilegio de contarla a los lectores de un diario de tirada nacional.



"Mientras no pierda la pasión y el amor por la danza y el periodismo, siempre se abrirá un camino para seguir al pie del cañón"

P: ¿Qué deseos u objetivos tienes para el futuro?


R: La verdad es que si algo me ha ido enseñando la vida es que es una pérdida de tiempo hacer una planificación estratégica, porque luego se abren y cierran ventanas en los lugares más insospechados. No hubo un plan premeditado a la hora de convertirme en una periodista de danza y no me he parado a sopesar la meta final del camino. Creo que lo importante viene con el trabajo diario, aunque un primer y prioritario objetivo es conseguir una mayor estabilidad laboral.


A partir de ahí, me quedan ciertos sueños o aspiraciones que quién sabe si los cumpliré. Me encantaría poder ver uno en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo y en el Teatro Colón de Buenos Aires y poder ver a los ballets del Bolshoi y del Mariinsky en su casa. Mi lista de compañías a las que deseo ver puede ser tan interminable como una carta a los Reyes Magos.


Creo que lo importante es que no pierda la pasión y el amor por la danza y por el periodismo. Mientras eso continúe, siempre se abrirá un camino para seguir al pie del cañón.




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